D. Luis Barona Hernández, veterinario cordobés coautor del libro titulado: «La suerte de vara», me envía una foto de un veragua en varas, de principios del siglo XX, y propone esta reflexión:
«Como escribiría usted mejor? ¿cogiendo un lápiz por un extremo o por un punto cercano a la mina?
Que cada uno decida cómo se conseguirá una escritura más perfecta. Simple y lógica deducción para mí, pero los piconeros…
Esta misma pregunta me la hizo en 1975 un picador magnífico, de los de antes (con perdón): Raimundo Rodríguez, quien alardeaba de conservar en pie siempre su caballo por coger la vara por su sitio, por llamar al toro con vehemencia desde tablas y por volcarse sobre la puya con alma y cuerpo, apoyado en el estribo izquierdo, «más corto», remachaba. Gran picador Raimundo, que gano 3 trofeos de nuestra peña «El Puyazo» y que me mandó escribir sus apuntes sobre la Suerte de varas que editó «El Temple» con el título: «La Suerte de varas hecha y dicha por Raimundo Rodríguez»; un verdadero doctrinal que habría ensalzado D. Antonio Heredia «Hache».
Trofeo de la peña «El Puyazo» para el mejor puyazo de cada Feria de San Isidro.
Obra única del gran artista Manolo Revelles.
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