PEÑA “EL PUYAZO”, SEXAGÉSIMO ANIVERSARIO DE SUS PREMIOS DE SAN ISIDRO

PEQUEÑA HISTORIA DE UN GRAN PREMIO TAURINO

Allá por 1949, unos buenos aficionados a los toros decidieron fundar una peña taurina. José Mondejar, hijo de banderillero, y Salvador Molina, hijo de picador, invitaron a otros amigos del barrio de Pacífico, de Madrid, y comenzó la aventura. La Suerte de varas, la que más admiraban los fundadores, motivó el nombre de El Puyazo, y su pancarta comenzó a verse en la plaza de Las Ventas en los bajos del tendido “8”, justamente en la contraquerencia, donde se picaba más a menudo.

La 1ª asamblea de la Peña El Puyazo en 1949

       Más tarde, en 1963, el presidente de la entidad, Sr. Chamorro y su secretario, Sr. Asensio, concibieron la idea de entregar un premio al picador que ejecutara el mejor puyazo de los que se dieran en la feria de San Isidro de cada año. El año 1964, con un sólido jurado presidido por el periodista Lozano Sevilla, concedieron el primer trofeo al picador Francisco Reyes Santi, quien más tarde consiguiera otros dos. Los integrantes del jurado fueron: Ramiro Calle, patrocinador, Luis Fernández Salcedo, Antonio Bellón, Luis Giménez Guinea, Rafael Campos de España, Vicente Zabala, Alfredo Quinta y Curro Fetén; el presidente de la Peña, Miguel Chamorro, y el secretario, José Asensio.

La primera sesión del jurado El Puyazo para los premios de 1964

 Dado que la fundación de la Peña fue el 23 de octubre del 1949, ya hemos comenzado el septuagésimo quinto aniversario de vida, y podemos asegurar que, aunque los tiempos han cambiado las costumbres de los aficionados, y ya no podemos reunir los más de 500 socios de la primera época, los que seguimos, estamos laborando con tesón en pro de la Fiesta y, principalmente, defendiendo la Suerte de varas, vestigio de la herencia que nos legaron nuestros anteriores compañeros de afición.

Tito de Sandoval pica en Ceret a Palmito, toro de Moreno de Silva. 2012. Tito de Sandoval tiene tres premios de El Puyazo

El sábado 18 de noviembre de este año, se ha hecho entrega de los premios concedidos por la peña El Puyazo, a los picadores que mejor ejecutaron la suerte de varas durante la feria de San Isidro 2023; así como al ganadero cuya corrida tuvo el mejor comportamiento en su paso por los caballos. Estos premios cumplen 60 años seguidos (menos la pandemia del 2020…) otorgándose, y estamos convencidos los peñistas de que este nuestro granito de arena invita a picadores y ganaderos a mejorar debidamente.

Alberto Sandoval, Victorino Martín y Agustín Romero, premios El Puyazo 2023

Los premiados este año 2023 fueron:

D. Alberto Sandoval, mejor puyazo.

D. Agustín Romero, suerte con mayor transmisión.

D. Victorino Martín García, mejor ganadería en varas.

Al acto asistió el padre del galardonado D. Agustín Romero, de igual nombre, ya que su hijo está picando en América como picador de Sebastián Castella.

Los premiados con los presidentes de la Peña y del Jurado (y la esposa de A. Sandoval).

Y hablando de longevidad, la Peña entregó su insignia de oro a D. Joaquín Vilches y a D. Juan Montoro al cumplir 50 años como asociados. Además de esta satisfactoria efemérides, se pronunciaron unas cariñosas palabras en recuerdo de la esposa de nuestro presidente, que nos dejó este año.

D. Joaquín Vilches y D. Juan Montoro reciben la insignia de oro de sus 50 años.

El acto se desarrolló, como ya es habitual, en el asador Casa Juan, de la calle Infanta Mercedes de Madrid, y al mismo asistieron asociados y amigos, que dieron luminosidad a esta semblanza taurina que cada año procura seguir defendiendo la Suerte de Varas, la primera suerte de la Corrida; la que consideramos crucial para proteger la integridad del toro y la adecuación de éste para procurar emoción a los aficionados y facilitar el arte de los toreros.

Una fotografía de algunos de los invitados al acto.

Site Footer

Sliding Sidebar

José María Moreno Bermejo

José María Moreno Bermejo

Lorem ipsum dolor sit amet, consetetur sadipscing elitr, sed diam nonumy eirmod tempor invidunt ut labore et dolore magna aliquyam erat, sed diam voluptua. At vero eos et accusam.

En la Red