BOURGOING 1789, 1797, 1803 Y 1809. “VENECIA” 1803. ASENJO JULIÁ 1804. DUBOURG & CLARK 1813
TRAS ANTONIO CARNICERO Y ANTES QUE FRANCISCO DE GOYA
La importancia de la serie de las suertes del toreo que grabó Antonio Carnicero entre 1787 y 1790, queda reflejada en la cantidad de copiadores que surgieron a partir de su aparición en el mercado. Los extranjeros que visitaban España y luego explicaron sus vivencias en “libros de viajes”, fueron muy explícitos en sus juicios sobre los toros y, a falta de recursos artísticos propios encontraron en los grabados de Carnicero la mejor forma de mostrar las imágenes reales de una corrida de toros.
Nada más terminar Carnicero su serie en 1789, a falta de la portada, que publicó en 1790, Jean François Bourgoing, incorpora en su primera edición del libro de viaje de 1789 12 xilograbados de suertes taurinas en pequeño formato, en 2 grupos de 6 imágenes.
En 1797, Bourgoing publica en 3 tomos su segunda obra: Tableau de España Moderna, y en el 2º tomo incorpora de nuevo los dos bloques de 6 grabados, de medidas: 13,5 x 7 cms.
En 1803 publica su Atlas con grabados de La Granja, El Esorial, plano de Madrid…, y los dos bloques de 6 imágenes con los 12 grabados taurinos, de medidas: 21 x 16 cms. (H 19 x 9).
Y en 1809, en el tomo XXV de su obra magna, Bourgoing incluye 12 grabados desde planchas de cobre, independientes, plegados, de medidas: 21 x 16 cms. (H 19 x 9). La diferencia de estilo respecto a las 3 series anteriores es notoria, aunque las suertes son similares.
También en 1803 se edita la bella serie llamada de Venecia, algo mayor que las “carniceras”, de autoría desconocida, apenas vista en el mercado (vi la de Rafael Berrocal, quizás propiedad de Guillermo Blázquez ¿).
En 1804, al amparo de la tauromaquia de Pepe Hillo, se edita una tauromaquia que se llamó 2ª edición de la de 1796 del torero sevillano indebidamente, ya que la 2ª edición de esa obra es de 1827. A esa obra, como ya dijimos, se le incorporaron 30 preciosos grabados a todo color de medidas: 17 x 11 cms. Se ha llegado a la conclusión de que son obra de Asenjo Juliá.
En 1813, Edwa. Orme, edita en Londres la llamada Tauromaquia inglesa, obra ilustrada por Dubourg con textos de Clark. La forman 13 grabados de medidas: 32 x 22 cms. (23 x 18). Una bellísima serie iluminada muy acertadamente, con dos de ellas de colores más densos.
Tras estas primeras series de tauromaquias ilustradas, fieles a los diseños de Carnicero, comienzan a aparecer laminas sueltas, hasta que en 1816 D. Francisco de Goya presenta sus 33 aguafuertes, a los que luego se añadirían otros 7. Es un punto de inflexión en la ilustración taurina, hasta la llegada de las tauromaquias románticas, y muy bellas, del 2º tercio del siglo XIX.
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