EL 22 DE MAYO CONFIRMÓ SU ALTERNATIVA EN LAS VENTAS Y CORTÓ UNA OREJA

El 22 de mayo del 2022, El Fandi cedió la muerte del toro Descreído, de la ganadería de García Jiménez, nº 47, colorado, de 524 kgs., nacido en noviembre del 2016 (más de 5 años y medio), al torero mejicano, de Aguas Calientes, Leo Valadez.

Decidido y valiente, Valadez mostró su toreo con variados quites que anunciaban las intenciones con las que vino a esta importante cita en la Plaza de Las Ventas, en una corrida, la de su confirmación, tan importante para su carrera.

Arriba un remate airoso y artístico, con temple y armonía. Es destacable su calidad como capotero, su variado repertorio y, de nuevo su valentía y entrega.

Aunque su adaptación al toro español está aún por consumarse, el estilo y virtuosismo del joven torero hidro-cálido (que diría D. Matías), quedaron patentes en la corrida de su confirmación en Las Ventas.

Valadez mostró su entrega y su sentido de la verdad del toreo que practica, citando, templando y pasándose muy cerca los pitones, aunque a veces los pases no salieran perfectos.

A su primero le recetó tres preciosos naturales que podrían firmar muchas figuras del toreo. Aunque su pureza no fuese demasiado alba en alguno de ellos, no cabe duda de que tras su adaptación al toro encastado y del trapío venteño, mejorará mucho su dominio y semi oculta calidad.

Su técnica de la suerte suprema es encomiable; se coloca bien y va derecho al encuentro como una vela. Un punto a favor de su posible coronación como figura en el próximo futuro.

A mejorar la demasiada vehemencia que le coloca, a veces, en comprometidas situaciones. Torear significa evitar que te coja el toro cuando estás formando con él un dúo de danza y riesgo.

Correr demasiados peligros significa que la preparación técnica debe continuar para congeniar con el valor y la entrega.

Demasiadas concesiones al riesgo. No siempre le salvará de la cogida la suerte como, gracias a Dios, le sucedió en esta corrida. Debe ir más sereno al toro; su calidad y entrega no mermarán por ello, antes bien, controlará mejor la lidia.

Y otra vez como una vela, recetó en el 2º una estocada arriba, pelín contraría, que causó una muerte rápida y limpia al toro del que se llevó una oreja.

Fotos de: «lasuerteedevaras.es»