“COMBATE DE TOROS EN ESPAÑA”, DE ENMANUEL WILTZ 1756? PRIMERA TAUROMAQUIA ILUSTRADA DEL MUNDO
Emanuel Wiltz nació en Biel (Bienne) en 1717, un cantón de Berna a orilla del lago del mismo nombre. Hijo de una familia burguesa, su antepasado Konrad Wiltz fue un pintor creativo, con criterios pictóricos ajenos al conservadurismo reinante. Murió en Biel, en 1797.
A los 20 años llegó a París de la mano de Lord Keith, que luego fue gobernador de Neuchâtel. Fue alumno de Galloce, con el que colaboró durante un par de años, trabajando a fondo el retrato y dibujando escenas con presencia humana, principalmente.
En 1740 viajó a España de la mano del conde de Aranda, Maestre de la Masonería Española, lo que hace suponer la militancia del suizo Wiltz a dicha sociedad. Por ello fue encarcelado por el Tribunal de la Inquisición, aunque sus buenas relaciones con la nobleza, a la que retrató a menudo, consiguió su libertad.
En 1743, Felipe V concedió el uso de la plaza de toros de Madrid, recién inaugurada a la Sala de Alcaldes, para que con sus beneficios se pagara a los ministros de la corte. En 1751, Fernando VI ordena una obra de restauración de la plaza, dotándola de materiales resistentes para evitar los incendios de las maderas, y regala a los Reales Hospitales el usufructo de la plaza para su desahogada financiación.
Ésta fue la primera plaza de obra de Madrid, y en ella se gestó la primera tauromaquia ilustrada del mundo, obra de un suizo, merced a la asistencia continuada de Emanuel Wiltz a los festejos que en ella se celebraban. Wiltz tuvo amistad con Francisco Montes, y del obtuvo parte de sus conocimientos taurinos, aumentados con sus asistencias a faenas camperas, tertulias taurinas, etc.; por ello vemos en sus dibujos naturales, pases cambiados… y otras suertes ya desaparecidas.
La edición de esta tauromaquia corrió a cargo de Antonio Fernández Heliodoro, extremeño de San Vicente de Alcántara, que tras varios años de disponer de las aguadas originales, creyó posible realizar la edición de los grabados de las 26 obras, gracias a nuevos métodos de reproducción avanzados con técnica láser.
La nueva técnica pudo diferenciar la aguada de la línea del grafito, obteniendo un grabado litográfico con alta definición de aristas, animado con delicados fondos artísticos que resultaron altamente efectistas. La estampación se realizó en los talleres de Felipe Retortillo, profesional de largo recorrido artístico y editorial.
La primera edición, además de los textos y grabados de Wiltz, aloja las Reglas de torear arte de todas las suertes..., de 1726 (anónimo); la Carta histórica…, de Nicolás Fernández de Moratín, de 1776; una tauromaquia de Goya de pequeño formato; y una tauromaquia inédita del citado Antonio Fernández Heliodoro, con la que acompaña el primero de los textos.
Las 26 imágenes que forman la tauromaquia de Wiltz, tienen un tamaño de 22 x 15 cms., y en la edición que realizó la Comunidad de Madrid, los textos están en francés ocupando 48 páginas, más un cuadernillo de 21 que muestra la traducción en español.
La edición de la Comunidad está numerada, y una serie de ejemplares se editaron con las pastas aterciopeladas.
Conviene aclarar que la obra de Enmanuel Wiltz permaneció oculta durante más de 230 años,aunque sabemos que el Sr. Fernández la tenía localizada; no sabemos si fue su propietario. Las 26 acuarelas salieron a subasta en la sociedad Feriarte en 1990, en sus locales de la calle Velázquez, nº 3, de Madrid. Los socios de Feriarte eran Rafael Berrocal, Guillermo Blázquez y Luis Bardón.
El lote tuvo un precio de salida de 800.000,00 pts., y tras las pujas correspondientes la Comunidad de Madrid hizo uso de su derecho de tanteo y la adquirió. La dirección técnica y artística de la edición de la obra, por parte de la Comunidad, corrió a cargo del experto Guillermo Blázquez, del que ya hemos hablado en otras ocasiones alabando sus aciertos editoriales taurinos.
Queremos exponer nuestro criterio sobre cómo clasificar y datar este tipo de series de arte taurómaco. Creemos que la inclusión de ésta en el índice cronológico de las tauromaquias ilustradas debería datarse en 1756 (aproximadamente), a pesar de que no se imprimiera hasta 1992 Son muchas las series que nacen con el interés de ser ofrecidas en grabados, aunque no todas terminan de lograr ese fin por diversas circunstancias. Puede ser datada la de Wiltz en: «1756 (grabada en 1992)».
Como quiera que la «apedillemos», esta serie de pintura taurina muestra una variedad extensa de las suertes que por la mitad del siglo de las luces se estilaban. Fueron unos años cruciales en el tránsito del toreo a caballo; y de éste al toreo a pie, ya iniciado por el primer José Cándido, Juan Romero o «Costillares» padre. Amén de muchos otros matatoros que entonces se ofrecían a los ayuntamiento y hospitales que organizaban los festejos.
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